Posición del Profeta –que la paz y la misericordia de Alá sean con él- frente a los judíos
Posición del Profeta –que la paz y la misericordia de Alá sean con él- frente a los Judíos
"Dijo un grupo de judíos: «Te ayudaremos padre de Qâsim», posteriormente planearon asesinarlo arrojándole una piedra desde el techo de la casa en la que se encontraba sentado a lado de una pared, Alá le informo de sus planes..."
Cuando
el Mensajero
–que la paz y la
misericordia de
Alá sean con él-
llegó a Madinah
habían tres
tribus
judías, Banu
Qainuqah,
Banu
Nadhîr
y Banu
Qurâidah.
Los judíos por
naturaleza eran
desleales y
traicioneros,
por lo tanto el
Mensajero
–que la paz
y la
misericordia
de Alá sean
con él-
quería
estar a salvo de
su deslealtad y
pactó con ellos
un acuerdo de
paz y
cooperación,
pero ellos se
apresuraron en
romper con este
pacto.
Traición de Banu Qainuqah:
Ellos fueron los primeros de los judíos en romper el acuerdo, esto debido a acabar con la paz y mostrar enemistad después de la victoria de los musulmanes en la conquista de Badr. El Mensajero –que la paz y la misericordia de Alá sean con él- los reunió en su mercado y les dijo: «¡Judíos! Islamizensé antes de que os aflija lo que ocurrió a Quraish en Badr» Ellos respondieron «Tu te habéis enfrentado a gente que no conocía el combate, si lucharas contra nosotros conocerías que nosotros si somos hombres» Sharh Fath Al Bâri, Sharh Sahîh Al-Bujâri 7/386. Mostraron su enemistad a los musulmanes, y el Mensajero –que la paz y la misericordia de Alá sean con él- marchó hacia ellos el segundo año de la hégira y los rodeo durante quince días, hasta que Alá infundió el miedo en sus corazones. Entonces accedieron al juicio del Profeta –que la paz y la misericordia de Alá sean con él- que les ordenó salir de Madinah. Salieron de ella y se dirigieron a la tierra de Shâm.
Traición de Banu Nadhîr:
El Mensajero –que la paz y la misericordia de Alá sean con él- les solicitó su ayuda para pagar la indemnización de dos muertos matados equivocadamente por 'Amr bin Umaiah Ad Dhamri, y dijeron: «Te ayudaremos padre de Qâsim», posteriormente planearon asesinarlo arrojándole una piedra desde el techo de la casa en la que se encontraba sentado a lado de una pared, Alá le informo de sus planes, regresó a Madinah y reunió a los musulmanes, después regresó a ellos en el cuarto año de la hégira, los sitió y los acorraló, Alá infundió el miedo en sus corazones y acordaron aceptar el juicio del Mensajero –que la paz y la misericordia de Alá sean con él-. Le pidieron que les permitiera la salida con sus pertenencias a salvo y con todo lo que pudiera cargar un camello, el Mensajero –que la paz y la misericordia de Alá sean con él- lo aceptó y dejaron Medinah después de cestrozar sus casas con sus propias manos. Se dirigieron a la tierra de Shâm. Dice Alá: “Él es Quien hizo que los incrédulos de la Gente del Libro [la tribu judía Banu Nadîr] abandonaran sus hogares en el primer destierro. No creíais que saldrían y ellos pensaban que sus fortalezas les protegerían de Alá. Pero Alá les sorprendió de donde menos lo esperaban. Infundió el terror en sus corazones, a tal punto que destruían sus casas con sus propias manos y con la ayuda de los creyentes. Reflexionad sobre ello ¡Oh, sensatos!” 59:2.
Traición de Banu Quraidhah
Esto se debe a su acuerdo con los "partidos" para atacar a los musulmanes por la retaguardia. Al finalizr la "batalla de los partidos" Alá el Altísimo ordenó al Mensajero –que la paz y la misericordia de Alá sean con él- dirigirse a Banu Quraidhah, el Mensajero –que la paz y la misericordia de Alá sean con él- dijo a quienes estaban con él: «No reze ninguno de ustedes el ´Asr sino en Banu Quraidhah». Llegaron a ellos, los sitiaron durante veinte noches hasta que esto los agotó y la situación se torno difícil para los judíos, posteriormente aceptaron el juicio del Mensajero –que la paz y la misericordia de Alá sean con él-, esto sucedió en el mes de Dhul Q'adah del quinto año de la hégira. Al-Aus intercedieron por ellos y el Mensajero –que la paz y la misericordia de Alá sean con él- dijo: «Oh gente de Al-Aus ¿Les gustaría que juzge entre ellos un hombre de entre ustedes?» Respondieron: «Claro», dijo el Mensajero: «Pues él será S'ad bin Mu'âd» presentaron a S'ad quien había sido herido por una flecha en la "batalla de los partidos" y dijo: «Juzgo entre ellos lo siguiente:
1.- Los hombres serán matados.
2.- Sus bienes se repartirán.
3.- Se tomará como prisioneros a sus niños y mujeres.»
Entonces el Mensajero –que la paz y la misericordia de Alá sean con él- dijo: «Haz juzgado entre ellos con el juicio de Alá, quien está sobre los siete cielos». De esta manera terminó la permanencia de los judíos en Madinah.
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