La personalidad del Profeta

La personalidad del Profeta

Muhammad el Profeta, un hombre de verdad y de justicia. Por Jeque Faraj Hadi.

Muhammad era un hombre que amaba la verdad y la justicia y gobernaba de acuerdo a ello. No temía ser reprochado por aplicar la justicia. No halagó a nadie por su rango, dinero o linaje; por el contrario, apoyó al débil, y luchó contra el fuerte para devolverles sus derechos.

Era muy justo, y se adhería a lo correcto siempre, sin favorecer nunca ni a los seres más queridos por él. Sucedió que una mujer eminente de la familia de Mekhzoum (una gran familia de la Meca en aquel momento), robó, por lo que se merecía un castigo por su crimen. Su familia fue a uno de los seguidores del Profeta, el más querido por él, para pedir el perdón del Profeta. Cuando Muhammad (la paz sea con él) escuchó la petición de su amigo más querido para perdonar a aquella mujer, se enojó mucho, por romper la santidad de la justicia después de haberse convertido en musulmán.

Aisha dijo que Quraish estaba muy interesado sobre la mujer de la familia de Makhzoum, quien había robado, así que pensaron que nadie se atrevería a hablar con el Mensajero (la paz sea con él) en este caso, excepto Osama Bin Zeid, el más querido por el Mensajero. Osama habló con el Mensajero, quien contestó: “¿Has meditado en una de las leyes de Allah?” Luego se incorporó y dio un discurso hablándoles a las personas que las naciones que vivieron antes de ellos habían sido destruidas porque no habían castigado a los eminentes, sino que sólo habían castigado a los débiles cuando cometían algún crimen. Y juró que si su hija Fátima robaba, la castigaría.

Muhammad el Profeta, el hombre de buenas costumbres. Por Jeque Faraj Hadi.

Lo más notable de Muhammad eran sus modales gentiles y exaltados con todas las personas, sus amigos y sus enemigos. Esto es atestiguado por todos los hombres justos.

Él fue un hombre de buena recepción, su sonrisa nunca desaparecía de su rostro, sus palabras eran dulces, actuaba de una manera educada, incluso con quienes lo ofendían, e hizo caso omiso de las cosas triviales.

Le enseñó a sus seguidores que la mejor de las personas es la más educada. También enseñó a sus seguidores que el más cercano a él en el Paraíso será quien tenga los mejores modales.

Los buenos modales de Muhammad el Mensajero (la paz sea con él) no eran sólo hacia sus seguidores, sino también hacia sus enemigos. Cuando se le pidió al Profeta que maldijera a sus enemigos, él lo rechazó diciendo: “No soy enviado por Allah para maldecir, sino que soy la misericordia enviada a todo el mundo.” Narrado por Muslim.

Muhammad el Profeta, el hombre de ciencia y civilización. Por Jeque Faraj Hadi.

De nuevo, otro injusto y rápido veredicto ha sido fijado sobre el Profeta (la paz sea con él): que estaba en contra de la ciencia y de la civilización; pero este hecho puede deberse a la situación de los musulmanes hoy en día, que causa el veredicto en contra de Muhammad (la paz sea con él) y el Islam.

Un investigador honesto (si aplicamos la ética a la investigación científica) no puede sino adherirse a que Muhammad construyó para sus seguidores los fundamentos de la ciencia y el camino de la civilización, lo cual fue la razón detrás de la fuerte nación que ellos establecieron y por lo que difundieron su ciencia, principios de civilización y éticas a todo el mundo. El mundo atestiguó lo que la civilización Islámica en Andalucía le ofreció a Europa y a la humanidad en su revolución científica.

¿Cómo puede él no ser un hombre de ciencia y de civilización si la primera palabra que recibió de Allah Todopoderoso en el Sagrado Corán fue la orden de “LEER”?

Además hay una Sura en el Sagrado Corán llamada “Sura del Cálamo” ya que es la primera herramienta de ciencia y la primera creada por Allah.

Él fue el hombre de la civilización avanzada con bienes fijos. Nadie, excepto él (la paz sea con él) ha sido capaz de hacer cambiar a una ignorante, violenta e inmoral nación en una nación de ética, y conducir la educación y la ciencia.

Muhammad (la paz sea con él) fue capaz de encontrar una salida para su nación de la oscuridad y la ignorancia, injusticia y agresión, al adelanto de la ciencia; y construyó las bases de la civilización para equilibrar las demandas del alma y el cuerpo, permitiendo a sus seguidores conducir el mundo por siglos, cuando se adherían a estos principios.

Pero lo que ha sucedido a sus seguidores y luego, en esta era de herencia cultural de las colonias Europeas y Americanas, es que han permitido a sus clientes en el mundo Islámico controlar la propiedad y bloquear cualquier renacimiento de las bases culturales o científicas basadas en el Profeta Muhammad (la paz sea con él).

Muhammad el Profeta, el hombre de la permisividad. Por Jeque Faraj Hadi.

La mala propaganda y las acusaciones falsas, que no tienen ni el menor grado de fidelidad científica, desfiguran la realidad de Muhammad, porque lo imaginan como un líder que se opone a la permisividad y al diálogo. Muhammad (la paz sea con él) fue la persona que llamó a la permisividad en todos los aspectos de la vida, lo que se refleja en su comportamiento. Observe este ejemplo: algunos judíos estaban rezando por su muerte, mientras que lo engañaron diciendo que le estaban dando la bienvenida. Estaban diciendo “Alsaam alaikom”, lo que significa “la muerte sea con usted” en lugar de “Alsalam alaikom”, que significa “la paz sea con usted”… solo difiere la letra “l”. A pesar de que el Profeta sabía sus malas intenciones, su perdón fue muy sorprendente para todos.

Imagínese a usted mismo en esta situación, ¿cuál sería su reacción? Entonces usted sabrá la reacción del Profeta…

Imagínese siendo líder o gobernante, escuchando a un hombre pidiendo a Allah por su muerte con palabras engañosas que podrían ser entendidas como buenas. Puede ser que usted lo perdone en su oración por su muerte, pero no podría perdonar su engaño.

Ahora, querido lector, usted podrá leer la reacción del Profeta Muhammad en relación a esta escena, y podrá ser un juez justo.

Un día, el Profeta (la paz sea con él) estaba sentado con su esposa Aisha, cuando algunos judíos pasaron y pretendieron saludarlo mientras que la intención era insultarlo, pero su amada esposa entendió su manera de engañar y les respondió con las mismas palabras insultantes. Ahora la pregunta es: ¿el Profeta quedó satisfecho con esta acción?

La respuesta es No. Por el contrario, él culpó a su amada esposa, y le ordeno ser más indulgente y gentil, y nunca violenta.

Aisha dijo: “Los judíos estaban saludando al Profeta (las bendiciones de Allah sean con él) diciendo ‘Alsaam alikom’ que significa ‘la muerte sea con usted’, entonces contesté: la muerte y la maldición sobre vosotros. Pero el Profeta (las bendiciones de Allah sean con él) dijo: ‘Espera Aisha, Allah ama la amabilidad en todas las situaciones’.”

Muhammad el Profeta, hombre de religión y de gobierno. Por Jeque Faraj Hadi.

¿Cuántas personas grandiosas y líderes trataron de construir glorias y de establecer un mensaje humano? Pero nadie, a lo largo de la historia pudo crear un delicado y bien pensado sistema aplicando las necesidades tanto del cuerpo como del alma.

Pero el Profeta Muhammad (la paz sea con él) llegó con algo nuevo a todo el mundo, mezclando con una gran armonía lo espiritual y lo material, nunca encontrado antes. Así construyó un gobierno incapaz de sobrevivir sin religión.

El Profeta curó las heridas del alma causadas por la vida material, y llenó la brecha materialista de las necesidades por estar lejos de las necesidades del alma.

Así fue, de hecho, un verdadero maestro espiritual, un político honesto y un juez justo, que unificó a las tribus salvajes con los pueblos civilizados, y unificó a todas esas personas en una nación que construyó gloria y puso a la vida bajo la creencia de Allah Todopoderoso, “No existe otro dios más que Allah, y Muhammad es el Mensajero de Allah”.

Muhammad el Profeta, hombre de limpieza y cuidado del medio ambiente. Por Jeque Faraj Hadi.

Una de las características especiales de la vida y religión del Profeta fueron sus estrictas enseñanzas dictadas a sus seguidores, en las cuales los obligó a prestar especial atención a la limpieza y a la protección del medio ambiente.

Así, el Profeta (la paz sea con él) ordenó a sus seguidores a lavar las diferentes partes del cuerpo que están expuestas a la polución, tales como cara, boca, nariz, manos y pies cinco veces al día o más, y lavar el cuerpo entero tan frecuentemente como sea posible.

Advirtió a las personas a no ensuciar las áreas cercanas a viviendas. Insistió en la importancia de alejarse de cualquier suciedad causada por los humanos. Obligó a sus seguidores a limpiar sus ropas de la suciedad.

Enseñó a sus seguidores sobre el “aislamiento médico”, por lo que les ordenó no entrar en lugares donde hubiera enfermedades epidémicas, y no abandonar dichos lugares, con el fin de prevenir la diseminación de las enfermedades.

Con estas y muchas otras instrucciones, el Profeta (la paz sea con él), construyó un completo sistema social con una atmósfera saludable y un medio ambiente limpio. Así que no hay lugar en las enseñanzas del Profeta para la polución, la suciedad en la ropa, el cuerpo y todo el medio ambiente.

Muhammad el Profeta, el hombre de la elegancia y belleza. Por Jeque Faraj Hadi

Si usted pregunta acerca de las cosas que al Profeta (la paz sea con él) le gustaban más, obtendrá tres respuestas, comenzando por el perfume. A él le gustaba mucho el olor agradable de los perfumes, y nunca olía mal. Además, el Profeta era muy elegante; el más elegante entre su gente, brillando en sus ropas como la luna en el cielo.

Y lo mejor es que la apariencia del Profeta era elegante en una sociedad alejada de la limpieza y de la sofisticación. Él era como una hermosa flor en el desierto árido, y como el cálido fuego en el desierto helado, y como la primavera en una tierra sin vida.

La sonrisa era el lema del Profeta. Por Jeque Faraj Hadi.

Qué importante es en el mundo en que vivimos, lleno de crisis sociales y de enfermedades psicológicas, mantener una sonrisa en nuestros rostros, como la que el Profeta (la paz sea con él) le pidió a sus seguidores a mantener todo el tiempo.

El Profeta (la paz sea con él) liberó a sus seguidores de todas las enfermedades del corazón, de las crisis psicológicas y de las presiones de la vida que demuelen la vida humana, para alcanzar la felicidad y la paz interior. Entonces, hizo de la sonrisa su eslogan en el sufrimiento y en la felicidad, y nunca se le vio sino sonriendo. Su sonrisa curaba la tristeza de todas las personas alrededor de él, y sanaba los dolores de sus compañeros.

Abdullah bin Al Harith informó: “Nunca vi a un hombre sonriendo más que el Profeta (la paz sea con él).”

Pero nunca fue más allá de los límites; no exageró en la forma de sonreír o de reír, sino que solía sonreír de forma respetuosa y cortés.

Abdullah biin Al Harith dijo: “La manera del Profeta de reír, era sólo a través de su sonrisa.” Narrado por Al Tirmidhi. Esto significa que solía reír sin reír a carcajadas, y lleno de respeto.

Muhammad el Profeta, el hombre de tolerancia y noble perdón. Por Jeque Faraj Hadi

Quien estudie la historia de los grandes hombres y líderes, durante una victoria después de una batalla perdida, encontrará un rasgo común entre todos ellos, excepto entre los profetas, que es la venganza.

Muhammad el Mensajero (la paz sea con él) ha dado un magnífico ejemplo de nobleza en la victoria. A pesar de haber sido exiliado de La Meca, de haber sido confiscados sus bienes, y de haber sido gravemente herido por su pueblo al principio de su profecía, al entrar a La Meca con abrumadora victoria, su gran personalidad y generosidad no dio lugar a la venganza. Él perdonó a todos quienes lo habían oprimido, en el momento que fue capaz de vengarse de ellos. Les dijo: “Ustedes pueden irse, ustedes son libres.”

De tal manera, el Islam enseña estas características de Muhammad y de sus compañeros, tales modales libres de egoísmo.

El Sagrado Corán dice: “Utiliza el perdón, ordena lo que está bien, y aléjate de los tontos (es decir, no los castigues).”

Muhammad el Profeta, el hombre simple: A Muhammad le gustaba que las cosas fueran fáciles para la gente, y no le gustaba hacer las cosas difíciles o duras para ellos.

Les dijo a sus seguidores: “Traigan buenas nuevas, no dejen que la gente se aleje, hagan las cosas fáciles, y no hagan las cosas difíciles para la gente.”

También dijo: “He sido enviado para simplificar y no para hacer las cosas más difíciles.”

Muhammad el Profeta, amigable y bondadoso. Por Jeque Faraj Hadi.

¿Cuál sería su reacción ante alguien declamando contra algo que usted realmente ama?

¿Qué pasaría si usted fuera un hombre religioso y alguien viniera y profana el lugar de su culto groseramente?

No cabe duda que vaya a sentir rabia, y tratará de realizar lo mismo hacia esa persona. Muhammad (la paz sea con él) no hizo eso, porque él no creía en las reacciones apresuradas, tenía el control total sobre sus reacciones al juzgar con prudencia antes de realizar cualquier acción. La siguiente historia demuestra que trataba cada incidente con gran inteligencia y visión a largo plazo.

Un beduino que no tenía contacto con la nueva ciudad (Medina) que Muhammad (la paz sea con él) había levantado entre sus compañeros como la nueva capital, vino del desierto. El beduino actuó de una manera muy extraña para la gente de la civilizada Medina.

¿Cuál le parece que fue esta acción?

De hecho, fue una de las más extrañas cosas que un hombre puede hacer, orinar en un lugar muy respetado y público, en frente a todos. Esto es lo que este hombre había hecho; orinó en la mezquita en frente de Muhammad y de sus compañeros, en el lugar más sagrado para ellos. Fue una escena horrible, los compañeros del Profeta no pudieron controlarse y le gritaron que se detuviera.

A pesar de que este incidente tomó sólo unos segundos, la reacción de Muhammad (la paz sea con él) no precedió a su cerebro. Durante esta fracción de segundo, él analizó el carácter del beduino, quien había realizado tan mal acto en el lugar de su culto, y donde dirigía su Estado. Su cerebro le mostró que ese beduino era iletrado, y su acción no tenía intenciones hostiles. Se trataba de un mero acto de atraso de la cultura de la limpieza y de la decencia, a diferencia de lo que Muhammad (la paz sea con él) había construido en su capital. Ordenó a sus compañeros dejar al beduino, y no regañarlo. Después de que el beduino hubo terminado, Muhammad (la paz sea con él) se le acercó y le informó que no podía realizar tal cosa en ese lugar.

El beduino estaba tan feliz de la manera en que Muhammad (la paz sea con él) le había enseñado y con tan buen trato, que dijo: “Oh Allah, Ten misericordia de mí y de Muhammad, y de nadie más.”

Muhammad el Profeta, anima a los nobles y refinados deportes. Por Jeque Faraj Hadi.

Muhammad el Profeta (la paz sea con él) alentó a sus compañeros a practicar deportes refinados, los cuales se basan en el fortalecimiento del cuerpo y la recreación del espíritu, y brindan beneficios a la sociedad sin derrochar dinero, y sin corromper las costumbres.

Él mismo practicó algunos deportes, como correr, lucha libre y equitación. Pero el requisito del deporte en la constitución del Profeta Muhammad son las maneras nobles y refinadas, y el que tengan metas sublimes.

Muhamad el Profeta, constructor de un urbanismo destacado. Por Jeque Faraj Hadi.

Muhammad (la paz sea con él) construyó en un desierto árido un sistema cultural único, que no había sido conocido hasta ese entonces. Fue distinguido con la exactitud de la planificación y observación de los intereses de la ciudad, todo con una vista hermosa y atractiva. La mezquita estaba en el centro de la capital; era la sede para el funcionamiento de la ciudad, el centro de conferencias para las personas durante los acontecimientos importantes, y las emergencias. Tal centro (la mezquita) era el refugio para los pobres y necesitados, donde el Estado y las personas caritativas les proporcionaban alimento y refugio. También fue el refugio de los extranjeros que venían desde fuera del Estado, donde podían encontrar alimento y albergue.

El sistema de civilización construido por Muhammad (la paz sea con él) dependía de la creación de mercados y casas alrededor de la mezquita. Esto permitía facilitar la transacción entre las personas de los mercados y de las casas por un lado, y además facilitaba su contacto con la mezquita. Las personas en la ciudad de Muhammad (la paz sea con él) eran una entidad siempre en contacto; todos estaban en el centro de los acontecimientos, sin discriminación ni represión.

Muhammad el Profeta, el hombre de la educación. Por Jeque Faraj Hadi.

El investigador imparcial se pregunta acerca de la sorprendente capacidad que Muhammad el Mensajero tenía, que lo hizo capaz de transformar una nación que no sabía cómo escribir ni leer, en una nación enorgullecida de su conocimiento, que tuvo científicos de niveles muy altos en el estado y en la sociedad. Y buscando el secreto detrás de este éxito, el investigador se enterará que Allah Todopoderoso dio a Muhammad el Mensajero grandes habilidades educativas, por ser un orador elocuente, un profesor convincente y un educador exitoso.

¿Qué le ayudó a través de este éxito?, fue tal vez su dominio de los métodos de conversación, de atención, y de estimular la mente para la búsqueda de información. Estos son los efectos esenciales en las enseñanzas educacionales de Muhammad.

Observe este ejemplo, cuando él le pregunta a sus compañeros: “¿Quién es el insolvente?”, luego, espera por la respuesta aún pensando que la respuesta será incorrecta, pero este es su método intelectual de conversación para estabilizar la información. Luego, como era de esperar, sus estudiantes dieron una respuesta incorrecta; él los escuchó hasta que hubieron terminado, y luego les entregó la respuesta correcta. Hay muchos ejemplos similares de esta manera eficaz de educar en las enseñanzas de Muhammad el Mensajero.

Las instrucciones de Muhammad que obligan a las personas, tanto hombres como mujeres, a aprender y alcanzar un nivel educacional específico, y luego alentar a quien quiera estudiar más, tuvo un papel sustancial en el incremento eficaz en el ámbito educativo.

Algunas de sus instrucciones y enseñanzas en relación a esto: “Buscar conocimiento es una obligación de cada musulmán”, en los discursos de Muhammad; en el Sagrado Corán, la palabra “musulmán” incluye tanto a hombres como mujeres.

Muhammad tratando con la gente en la guerra (el noble guerrero). Por Jeque Faraj Hadi.

1.- Su nobleza hacia los soldados enemigos dentro de la batalla: Muhammad, teniendo una noble moral, y aplicando las instrucciones del Sagrado Corán, nunca traicionó a nadie, ni siquiera a sus enemigos. Nunca rompió un acuerdo hasta que la segunda parte era quien lo rompía. En sus batallas, tanto si él como si su enemigo eran victoriosos, nunca torturó a los heridos o a los prisioneros de guerra, no mutilaba a los cadáveres, y solía prohibir a sus soldados y al personal del ejército el hacer esto, cualquiera fuese el caso. Él y sus compañeros dieron a la humanidad maravillosos ejemplos de una noble moral durante la guerra.

2.- Su nobleza hacia las mujeres en las batallas: Tome este ejemplo maravilloso que cautiva la mente y mueve los sentimientos. En una de las batallas decisivas de Muhammad, una persona de su ejército (su primo Ali, el hijo de Taleb), vio a un soldado enemigo con velo, desplazándose entre los cuerpos de los heridos y de los muertos del ejército de Muhammad, y comenzó a mutilarlos de una manera horrible, y llegó tan lejos como la mutilación del cuerpo de Hamza, el tío de Muhammad. Esta escena le aterró y decidió vengarse de este soldado matándolo. Inmediatamente fue hacia él, como una flecha rápida, pero se sorprendió (cuando levantó su espada para matarlo) que este soldado no era sino una mujer disfrazada en un traje de hombre. Note la escena maravillosa, y los grandes principios de los soldados de Muhammad, que en el momento en que levantó su espada para matar al delincuente, este líder equilibró entre la venganza y los altos principios que había adquirido de la escuela de Muhammad; entonces bajó la espada y reprimió su ira, y puso en libertad a esta mujer a pesar de sus feas obras y de sus acciones en contra de sus amigos. ¿Qué clase de moral es esta? ¿Qué tipo de principio? ¿Qué clase de grandeza?

Esta es la grandeza de Muhammad y de sus seguidores, y la grandeza del Islam que les enseñó esto.

3.- Su nobleza hacia los cautivos de guerra: A pesar de los pactos de derechos humanos y de los acuerdos internacionales, los prisioneros de guerra aún se encuentran bajo el peso y la violencia de la tortura psicológica y física, y la flagrante violación de los derechos humanos. Sin embargo, hace más de catorce siglos, Muhammad el Mensajero legisló un gran método y una forma para todo el mundo de cómo tratar a un prisionero de guerra, que, si la humanidad lo hubiera aplicado, hubiera encontrado una manera de salir de la crisis de los prisioneros en este mundo confuso. Esta crisis sigue siendo terrible para todos los dueños de una conciencia viva, y con moral noble. Eso es porque Muhammad había prevenido completamente la violación de los derechos humanos, sin importar que justificación tuviera. Así que no es aceptable torturar ni física ni psicológicamente, ni maldecir a los prisioneros, como tampoco privarlos de comida o bebida. Por el contrario, Muhammad y sus compañeros llegaron al punto que daban prioridad a sus prisioneros en sus alimentos y bebidas. Esta escena fue descrita por una Aleya del Corán: “Y ellos dan comida a los pobres, a los huérfanos y a los prisioneros, por el amor de Allah”.

Ahora juzgue usted este gran comportamiento de Muhammad y de sus compañeros hacia los prisioneros.

Los prisioneros hoy en día necesitan, de hecho, vivir en el mundo de Muhammad para ser tratados de la misma manera que Muhammad trató a sus prisioneros, con misericordia y respetando su humanidad, que fue tomada por medio de armas de destrucción masiva, y guerras sucias bajo nombres ilegales.

Como conclusión tenemos que decir, que Muhammad tiene que estar orgulloso de su ciudad ideal, que era más desarrollada que las ciudades de todo el mundo en esta era. Él es, de hecho, el pionero en prácticamente todos los ámbitos de la vida, no solo en términos de comercio. Encuentre tan sólo un caso, si puede, en el cual Muhammad o sus seguidores hayan torturado a sus prisioneros física o psicológicamente…